10 diciembre 2011

Una sombra perdida en el tiempo

Pensaba que iba sola pero, a veces, casi siempre, me acompaña. Como una sombra, como un recuerdo que no alcanzo a definir, camina tras mis pasos. Se acerca tanto que parece que llegara a tocarme, pero nunca lo hace, ni siquiera existe, eso sólo una triste y vulgar sombra.
Al principio me molestaba, era incómodo sentir su presencia, ahora me alegro de que esté ahí, sirve de testigo a toda mi felicidad. No te necesito, pero si estás no tendrás más remedio que verme sonreir.